Raquel Garate realizó en el 2018 viajó a la selva del Perú, específicamente a Tarapoto, en verano. Ese mismo año regresó en Julio para completar su idea de hacer un voluntariado en el Centro Urku, una organización que conoció en sus viaje cuando hacía turismo.

¿Qué hacías como parte del voluntariado?

Estaba en un grupo donde nuestra tarea era mantener las instalaciones de los animales limpias y en buen estado;  aunque parezca una tarea simple era muy interesante porque podía ver todos los animales del centro y ver como cambiaba su comportamiento desde que llegaban el primer día rescatados hasta tiempo después, era increíble cómo cambiaba su forma de actuar. Las instalaciones eran muy buenas, estaban enfocadas a la recuperación de las especies. Además, en mi grupo estaba un veterinario y siempre lo acompañábamos a revisar a los animales diariamente.

¿Qué te pareció la cantidad de trabajo o el nivel de lo que realizaste? ¿Era como lo habías averiguado antes?

Increíble para ser mi primera vez, trabajé todo lo que pude que era lo que quería. Cuando viajé por primera vez y conocí el CREA me pareció muy bueno y profesional, había un buen ambiente con el equipo de trabajadores y voluntarios. Al principio las tareas siempre las hacen ellos para que puedas aprender. Después a tu propio ritmo vas avanzando con las labores. No te obligan o piden que hagas un esfuerzo mayor del que podrías dar pero al final es inevitable que quieras hacer lo mejor estando allí.

¿Tuviste la oportunidad de visitar otros lugares de la zona mientras hacías voluntariado?

Sí, los fines de semana son libres por lo que con el mismo grupo de quienes estábamos en esa temporada aprovechamos en conocer más lugares de Iquitos. Y al terminar el voluntariado me quedé una semana más para viajar a Tarapoto. Fue una increíble experiencia.

¿Qué opinas sobre el trabajo que hiciste? ¿Te gustó?

Es algo muy bonito porque las personas que si trabajan en el centro, nosotros al ser voluntarios les ayudamos con las numerosas actividades, se podría decir que la carga laboral bajaba al tener más manos que apoyen. Por ser mitad de año, había pocas personas a diferencia de los meses de Enero a Marzo que es la época donde más asisten. Me siento satisfecha, mi objetivo era poder tomar acción y ayudar con la preservación de animales en el país y me encantó más de lo que imagine



¿Qué opinas tú? ¿Te gustó su experiencia de su viaje como voluntaria?

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